V.S.O.P.: THE QUINTET. HERBIE HANCOCK Y EL LEGADO DE MILES DAVIS
A mediados de los años 70, muchos
críticos afirmaban que el jazz había muerto. En efecto, en el año 1969, el
trompetista Miles Davis, con su álbum Bitches Brew, parecía haber cerrado
definitivamente la era del jazz acústico.
Pero lo bien cierto es que, hasta poco antes de la grabación de este histórico álbum, Davis había conducido el jazz acústico a las más avanzadas posiciones de la vanguardia y lo había hecho con un conjunto de jóvenes músicos, que le acompañaban desde mediados de la década de los añs 60. En aquel quinteto preeléctrico se encontraban el saxofonista Wayne Shorter, el pianista Herbie Hancock, el bajista Ron Carter y el batería Tony Williams. Músicos geniales que procuraron al conjunto de Davis el impulso innovador que precisaba en aquella convulsa época y que le condujeron, en poco tiempo, hasta las puertas del jazz-rock.
Pero lo bien cierto es que, hasta poco antes de la grabación de este histórico álbum, Davis había conducido el jazz acústico a las más avanzadas posiciones de la vanguardia y lo había hecho con un conjunto de jóvenes músicos, que le acompañaban desde mediados de la década de los añs 60. En aquel quinteto preeléctrico se encontraban el saxofonista Wayne Shorter, el pianista Herbie Hancock, el bajista Ron Carter y el batería Tony Williams. Músicos geniales que procuraron al conjunto de Davis el impulso innovador que precisaba en aquella convulsa época y que le condujeron, en poco tiempo, hasta las puertas del jazz-rock.
Tras Bitches Brew llegó la diáspora y cada uno de los miembros de aquel
grupo, siguió su carrera por separado, casi todos ellos en el ámbito del
jazz-rock y la fusión, porque tal era la exigencia de los gustos de la época.
Pero en el año 1976, el productor
George Wein, programó para el Festival de Jazz de Newport un fabuloso concierto
dedicado a la música de Herbie Hancock, uno de los más grandes pianistas y
compositores del jazz moderno. En la primera parte de dicho concierto, el
pianista se encontraría con sus antiguos compañeros en el quinteto de Davis. Como
no se podía contar con el propio Miles Davis, hubo que elegir a un trompetista
para ocupar su puesto y el privilegio recayó en Freddie Hubbard, un instrumentista y
compositor de planteamientos vanguardistas, además de un técnico prodigioso,
que convertía cada actuación en un espectáculo con su fraseo vertiginoso y sus
agudos estratosféricos. Aquel encuentro fue bautizado como V.S.O.P., unas siglas
que responden a los términos "Very
Special One-Time Performance". Sin embargo, a pesar del destino
efímero al que este nombre parecía condenar al grupo, su recorrido fue mucho
más allá de aquella única noche.
El concierto, registrado para
Columbia en el álbum V.S.O.P.,
demostró que, contra todo pronóstico, había todavía un espacio para el jazz
acústico. El público se mostró extraordinariamente receptivo y los músicos
parecían entusiasmados al regresar a ese jazz vibrante y auténtico que muchos
habían abandonado hace años. La revista Newsweek, proclamaba en su portada
"El Jazz ha vuelto..."
Así que, un año después, el
quinteto se reunía de nuevo, para una larga gira de 25 conciertos que les
llevaría por todo Estados Unidos para concluir en Japón. Para documentar
aquella exitosa gira, Columbia grabó otros dos álbumes "V.S.O.P. The Quintet" que recoge la actuación del grupo
en Berkeley y San Diego y "Tempest
In The Colosseum" que atestigua el clamoroso recibimiento que el
público de Tokyo ofreció al quinteto en su actuación en el Denen Colosseum de Tokyo, un formidable auditorio al aire libre.
Aquella histórica noche, bajo una espectacular tormenta, el público nipón,
recibía a los músicos con un entusiasmo que ningún fenómeno meteorológico
parecía poder frenar. En especial, los solos de Hubbard, con sus sobreagudos y
su interacción con la rítmica incendiaria de Tony Williams, llevaron al público
japonés hasta el éxtasis.
Allí finalizaba por el momento la
andadura del conjunto, hasta que, dos años después, en 1979, el grupo se reúne
para una gira japonesa, que lleva al quinteto de nuevo al mismo escenario en el
Denen Colosseum. Bajo la omnipresente
lluvia, el grupo ofrece dos conciertos consecutivos. La actuación comienza con el tema de Hancock,
"The Eye Of The Hurricane"
que el quinteto ya había grabado allí mismo dos años antes y nuevamente el trompetista
enciende el auditorio. El sólo de Wayne Shorter al saxo soprano en el tema "One Of Another Kind" es una inmejorable instantánea de la estatura de ese artista irrepetible que, junto con Hancock, fue el verdadero motor artístico de la banda de
Davis en la segunda mitad de los años 60. El público quiere más, pero los
músicos están extenuados y no quieren salir de nuevo al escenario. Sin embargo,
Shorter y Hancock, no pueden negarse a las súplicas del enfervorecido auditorio y culminan la actuación con un dúo
sobre los temas Stella By Starlight y On
Green Dolphin Street. Un toque de nostalgia para rememorar sus tiempos con
Davis, que cautiva definitivamente al entregado público nipón. Pura magia para coronar la
última aparición en público del quinteto. El cuarto álbum del grupo "V.S.O.P. The Quintet. Live Under The
Sky", recoge en su totalidad aquellos inolvidables momentos.
Pocos días después el quinteto se
reunía en los estudios CBS/Sony de
Tokyo, para registrar la que sería su única grabación de estudio. Para esta
ocasión los músicos eligieron un repertorio compuesto por temas que nunca habían interpretado en público, incluyendo la preciosa composición de Hancock "Finger Paintings". Un
registro correcto que para nada nos hace olvidar las formidables actuaciones
del conjunto en los escenarios de Estados Unidos y Japón.
V.S.O.P.:The Quintet, representa el legado de Miles Davis, pero su música tiene
un carácter y personalidad propias. Un enfoque diferente que puede atribuirse, en gran medida, a la presencia de Hubbard, un trompetista muy poco davisiano que
enriqueció la propuesta del quinteto con su hard bop potente, moderno y luminoso. El propio Hubbard, lo explicaba de una forma mucho más contundente en una entrevista concedida a Scott Yanow a finales de los ´70: "Aquellos tipos actuaban como si esperaran que Miles Davis estuviera allí. Yo les hice saber que yo era Freddie Hubbard y no Miles."
Y aquí finalizaba la vida de este mítico
grupo, al menos en esta primera formación de ensueño, porque en los años sucesivos y siempre bajo la dirección de Herbie Hancock, regresaría a los escenarios con nuevas incorporaciones como el saxofonista Joe
Henderson o el trompetista Wallace Roney,
pero este Dream Team ya había hecho
su trabajo, sembrando la semilla de lo que sería, en las siguientes dos
décadas, el renacimiento del jazz acústico en su vertiente más moderna y
progresiva. El Jazz ha vuelto...
Os dejamos con una versión posterior del quinteto, que incorpora al saxofonista Joe Henderson en lugar de Wayne Shorter, interpretando el tema de Hubbard "The Eye Of The Hurricane", en 1986, otra vez en Japón...
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