OSCAR PETERSON: EXCLUSIVELY FOR MY FRIENDS
En Jazznoend nos encantan las grabaciones con historia. Esas historias
que han construido la leyenda de la gran era jazzística. Y la que hoy os
traemos, serviría para escribir una novela. Es la historia de un industrial
alemán, su nombre es Hans Georg
Brunner-Schwer. Co-propietario de la fábrica de electrónica SABA, en la
pintoresca ciudad de Villingen, en el
corazón de la Selva Negra. Un lugar delicioso, en el que la historia y la
naturaleza se han conjugado para crear un enclave que rebosa paz y encanto.
Aquel millonario caballero, se dedica en cuerpo y alma al próspero negocio
familiar, aunque su verdadera pasión es el jazz. Ingeniero de sonido
aficionado, ha instalado un equipo de grabación en la tercera planta de su
mansión y un mágnífico Steinway Grand
Piano en el salón, donde ya ha realizado algunas grabaciones. En el año 1963, a través de un amigo,
consigue contactar con el gran pianista Oscar Peterson que participaba en la gira europea de Jazz At the Philarmonic.
Aprovechando unos días de descanso en la gira, nuestro amigo
consigue convencer a Peterson de que visite su villa y ofrezca, con su trio, un
concierto íntimo sólo para su familia y amigos.
El industrial, manda limusinas
para llevar a Peterson, su esposa y sus músicos, Ray Brown y Ed Thigpen,
desde Munich hasta Villingen. Llegan bien entrada la noche. La familia les
espera y les da el tratamiento de reyes. Peterson está encantado: la cálida
acogida, la mágica atmósfera del lugar, el formidable piano...
Brunner-Schwer, ha colocado unos
micrófonos Neumann, joya tecnológica
del momento, en el piano y junto al bajo de Ray Brown y la batería de Ed
Thigpen. El industrial desaparece por un momento para poner en marcha el equipo
de grabación en la tercera planta. El concierto se desarrolla como era de
esperar. El genio de Peterson y sus acompañantes, el ambiente íntimo y
relajado, la devoción que el pianista percibe en su anfitrión y sus amigos,
todo contribuye para que aquellos músicos, ofrezcan lo mejor de su
arte en aquella excepcional ocasión.
Tras la actuación y la
subsiguiente celebración, Brunner-Schwer, invita a Peterson a acompañarle a su
pequeño estudio, donde toda la música producida aquella noche ha quedado
registrada. Peterson la escucha perplejo y al final exclama: Nunca me había
escuchado tocar así... Entre aquellos dos hombres había nacido una gran amistad
y se había sellado un pacto sin palabras.
Cada año, Peterson regresaría a la
mansión de Brunner-Schwer, para ofrecer un nuevo concierto, que el industrial grabaría
con aquella técnica verdaderamente portentosa. Ambos amigos pasearían por los
maravillosos entornos naturales de la ciudad de Villingen que Peterson adoraba,
intercambiando impresiones, sobre la música, la política, sobre la vida,
profundizando en una amistad, dificil de comprender, habida cuenta de que el
industrial apenas hablaba el ingles, y Peterson desconocía por completo el alemán.
Durante aquellas mágicas veladas,
Peterson ofreció a sus queridos amigos, la más exquisita muestra de su
arte, en un registro relajado, profundo y meditativo, alejado de las
demostraciones atléticas y los excesos que a menudo caracterizaron las
interpretaciones del pianista.
Aquellas esperadas visitas se
producirían en los años sucesivos. Finalmente, en 1968, el industrial decidió
vender el negocio familiar y fundar la discográfica MPS. Su primera publicación
fue la grabación de aquel primer concierto casero de Peterson y sus músicos. El
disco fue un superventas, descubriendo a los aficionados a un Oscar Peterson absolutamente inédito, registrado con una sorprendente calidad técnica. En los
años sucesivos, MPS iría publicando todos aquellos registros, así
como más de 400 grabaciones de los más selectos músicos de jazz europeo y
norteamericano.
El box publicado por MPS, con el acertado título de Exclusively For My Friends, nos ofrece
ahora, la totalidad de aquellas grabaciones efectuadas en la intimidad del
hogar de los Brunner-Schwer y nos revelan el genio del pianista Oscar Peterson,
bajo un novedoso prisma y sobre todo nos descubre a dos personas excepcionales,
a dos grandes amigos que forman ya parte de esa mitología, de la leyenda sobre
la que se ha construido nuestra pasión por el jazz...
Posdata: Desde Jazznoend,
nuestro eterno agradecimiento a Hans Georg Brunner-Schwer y su discografica MPS
que nos hizo amar aún más el jazz, a través de registros como A Day In Copenhaguen de Dexter Gordon, Momentum de Jimmy Raney, Another Day de Oscar Peterson, Tough Tenors Again 'n' Again de Johnny
Griffin y Eddie Davis, The Hub Of Hubbard
y Rollin' de Freddie Hubbard, Symbiosis de Bill Evans, Mirror Mirror de Joe Henderson, las legendarias
grabaciones de la Kenny Clarke-Francy Boland Big Band y tantas otras
inolvidables grabaciones que conocimos en nuestro país de la mano de la colección
Jazz Stop, producida por nuestro
querido Juan Claudio Cifuentes y que
desde entonces atesoramos como verdaderas joyas de nuestra colección.
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