PHIL MILLER & FRED BAKER: DOS GUITARRAS MÁGICAS EMERGIENDO DESDE LAS SOMBRAS

 



Cuando la belleza surge de la modestia es mas sugerente. Phil Miller y Fred Baker son dos músicos colosales pero a la vez humildes y por tanto totalmente ajenos a las mieles del estrellato, lo que convierte el disfrute de su música en una experiencia única y - por qué no decirlo – selecta. El reciente descubrimiento de unas viejas grabaciones registradas hace mas de 30 años por estos dos guitarristas es tan importante que no podemos resistirnos a contar la historia de las mismas.

En los años 90 la época clásica de la escena Canterbury ya quedaba lejana, y una buena parte de sus protagonistas habían evolucionado decididamente hacia escenarios de fusión jazzística, una fusión ya convertida en un nicho mas de las diferentes propuestas musicales de la época. Phil Miller fué quizá, junto con Steve Hillage, el guitarrista mas representativo de este movimiento musical de raices típicamente británicas, que se originó en una pequeña pero histórica ciudad al este de Londres. Militó como guitarrista titular en dos de los grupos fundamentales de la escena, los impresionantes Hatfield & The North y su evolución mas jazzística National Health. Una vez disueltos estos últimos formó un combo de jazz rock llamado In Cahoots por el que desfilaron figuras muy relevantes del ecosistema jazzístico británico, una de las cuales fue el bajista y guitarrista Fred Thelonious Baker.

Baker, profesor de guitarra en el Conservatorio de Birmingham y de master classes en la Berklee College of Music americana, había tocado con jazzmen británicos como el pianista Chris McGregor o el trompetista Harry Beckett antes de ingresar como bajista en los In Cahoots de Phil Miller. Fué en el año 1988 cuando entró a sustituir a una auténtica leyenda de Canterbury como Hugh Hopper. Pronto se fraguó una sólida amistad entre Miller y Baker, cimentada en una total sintonía musical y artística que finalmente precipitó en la decisión de formar un duo de guitarras. Después de frecuentes veladas de longevos ensayos en casa (y en ocasiones en el jardín) de Miller, el duo debutó en directo en el club de jazz Vortex de Londres a principios de los 90.

El repertorio eran principalmente las composiciones clásicas de Miller arregladas para guitarra y bajo o dos guitarras, pero también incluia algunos temas de Baker que compartían un espíritu aventurero y enigmático no exento de una belleza serena, que llegó a su eclosión con el primer registro oficial del duo titulado “Double Up”, publicado por Crescent Discs en 1992 y grabado en los estudios de la discográfica propiedad de Phil Miller en Julio de ese mismo año.  


Phil Miller & Fred Baker - "Double Up"


"Double Up” es uno de esos discos que, por la modestia de sus autores, nunca ha sido objeto de campaña comercial alguna y por tanto permanece oculto bajo un velo de misterio, hasta el punto de que incluso hoy en día es difícil (pero no imposible) de adquirir y no figura en ninguna plataforma de streaming. Pero el aficionado al jazz con inquietudes encontrará mucho que disfrutar aquí, sobre todo por la telepatía instrumental que exhiben Miller y Baker en temas fundamentales del Canterbury clásico como “Underdub” y “Calyx”, de Hatfield & The North o “God Song” de Matching Mole. El disco se abre con otra enigmática composición de Miller, titulada “Above & Below”, escrita para el último LP de su amigo el teclista Alan Gowen, lider de Gilgamesh y trágicamente fallecido demasiado joven a causa de una leucemia. Asistimos también a momentos de una belleza luminosa como en la balada de Fred Baker “For Christine”, o vanguardistas como las inquietantes atmósferas de “Loggerheads” de Baker o “Green & Purple” de Miller. En definitiva, todo un clásico tardío de la escena Canterbury que os animo a rescatar de un injusto olvido.

Phil Miller continuó su carrera musical liderando a In Cahoots pero a la vez planificó la publicación de un segundo disco del duo con Baker, con nuevos temas grabados en el estudio de su casa en Londres, pero desgraciadamente estas grabaciones no vieron nunca la luz por diversos problemas, y permanecieron ocultas, incluso perdidas entre los objetos personales de Phil Miller hasta su muerte en el año 2017 víctima de un cancer. Pero la pertinaz insistencia de su viuda Herm en rendirle un último homenaje dió sus frutos. En sus propias palabras: “Fred y yo buscamos incansablemente estas grabaciones durante un año escudriñando por todas las partes del estudio de Phil y en sus discos duros y computadora sin resultados. Nos habíamos dado por vencidos cuando finalmente las encontré, escondidas pero a plena vista entre una pila de viejas cintas de video. Eran cintas ADAT cuyo aspecto exterior es prácticamente el mismo que el de los cartuchos de VHS. En este punto recurrí a un viejo amigo de Phil llamado Benjamin Lefevre, aclamado ingeniero de sonido que se rompió los dientes trabajando con Led Zeppelin, The Rolling Stones, Soft Machine, Matching Mole, etc, y que había sonorizado todos los discos de Phil. Benj se llevó las cintas a su estudio y las convirtió en ficheros WAV para su mezcla y posterior masterización en ProTools”.


Phil Miller & Fred Baker - "Double Up 2"


El resultado de este feliz hallazgo es “Double Up 2”, publicado de manera póstuma por Crescent Discs en 2021, y otra joya que completa una brillante “duología de duos” de guitarra con un nivel artístico muy similar al de su antecesor. El disco arranca con “Arriving Twice”, de Gilgamesh, una intrincada composición de Alan Gowen, el malogrado lider de Gilgamesh y National Health a quien Miller consideraba su mentor. Siguen dos composiciones de Baker, la muy jazzística “Song For Big Fred” dedicada a su padre fallecido, y “Upside”, un tema frenético a ritmo de samba que gustó tanto a Miller que lo incorporó al repertorio de In Cahoots. En “Adagio For Fretless Bass” Miller quería el lucimiento de su compañero de estudio al bajo sin trastes, y a fe que lo consiguió porque Baker demuestra su total maestria del instrumento, en unos arreglos que en su origen estaban destinados a ser interpretados por un cuarteto de cuerdas, mientras Miller acompaña como si fuera un clavecinista en una pieza barroca. Sin duda uno de los momentos clave del disco, que sigue con dos temas como “Folk Dance” y “Latino Caribbeano”, donde Miller y Baker experimentan con sones flamencos y latinos – incluso con ciertos toques brasileños, ya que se perciben ecos lejanos de “Wave”, composición del maestro soberano Jobim - sin perder de vista la inspiración jazzística y la pura improvisación.

“Out There” continua los brillantes ejercicios de estilo del bajo de Baker con un entretejido de guitarra de Miller al fondo y un sugerente ritmo a 7/4. En “Lock In”, Miller vuelve a tomar la voz cantante con su guitarra eléctrica en un tema inspirado en la práctica de los pubs ingleses de cerrar la puerta después de la hora legal para escapar de los ojos de la ley, y evoca a dos tipos en una jam etílica con aromas de blues a altas horas de la noche.

El disco se cierra de manera épica con dos últimas composiciones de Miller, “Sleight Of Hand”, un tema de In Cahoots que juega con diversos rítmos y timbres, con improvisación inagotable por parte de ambos músicos, y “Looped Out”, un viaje sonoro que va – en palabras de Baker - “desde una improvisación muy libre hasta un loop percusivo que evoluciona hacia una conversación en el lado oscuro de la melodía”. De nuevo emergen esos ambientes inquietantes que encontrabamos en algunas piezas de “Double Up” en un tema donde Benj Lefevbre exhibe su maestría en la mesa de mezclas.

Desenterrar una obra de este calibre desde la oscuridad es un acontecimiento musical de primer orden, que nunca agradeceremos lo suficiente a Herm Miller. Hoy en día Phil Miller descansa plácidamente en su tumba y Fred Baker es el nuevo bajista de unos incombustibles Soft Machine, pero el impresionante legado de este duo ha quedado inmortalizado en dos discos que todavía están disponibles a precio razonable, aunque solo en tiendas muy especializadas como BurningShed o Discogs. Pero podemos preguntarnos, ¿Por cuanto tiempo?. Si estuviera en vuestro lugar, yo no perdería esta oportunidad de que estas dos guitarras mágicas emerjan nuevamente de las sombras en vuestros equipos musicales.



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